Usa tu Mente

 
 
La gran mayoría de científicos y neurólogos afirman que solo utilizamos de media un 10 por ciento de nuestra inteligencia y que dejamos intacto el otro 90 por ciento. Si nuestra mente está en condiciones de desarrollar todo su potencial, deberíamos al menos intentar subir ese porcentaje. En la mayoría de los casos, nuestra inteligencia se limita a consecuencia de la actitud y la educación que hayamos tenido, pero nunca es tarde para reeducarla; con conocimientos y esfuerzo se puede desarrollar ese potencial.
“Tú eres el que tiene que hacer el esfuerzo, los maestros solo te señalan el camino”       Buda


 Nuestro poder interno depende de nuestras conexiones cerebrales o neuronales. Un esfuerzo mental hace que se multipliquen nuestras conexiones, por eso es tan importante usar nuestra mente, porque cuanto mayor número de conexiones tengamos, mayor será nuestra capacidad de desarrollo al realizar cualquier actividad. No hay nada de sobrenatural, simplemente se trata de intentar extraer las capacidades naturales de la mente, de intentar emplear al máximo nuestra inteligencia sin ponernos limitaciones.


 Utilizando esa gran parte de la mente que no utilizamos a diario, hará que tengamos una vida mucho más saludable mejorando nuestras funciones físicas y mentales. Es decir, tendremos una salud más fuerte, mejorará nuestra memoria y nuestra actitud será siempre más creativa y útil frente a las situaciones de nuestra vida. Pensar de manera útil es bueno para ti y para los que te rodean, ya que te ayudará a conseguir objetivos. Si generas pensamientos útiles, estos irán sustituyendo poco a poco a tus pensamientos inútiles. Así que a medida que vayas creando este hábito, irás recuperando el control de tu vida.
“No hay duda, el pensamiento rige la vida del hombre”        Ángel Escudero

 
  Al igual que respiramos sin ser conscientes de ello, también pensamos sin ser conscientes de que pensamos. Si no prestamos atención a nuestros pensamientos y no utilizamos ese potencial que tenemos dormido dentro de nosotros, nunca podremos tener una vida plena. El uso consciente de tu mente hace que adquieras valores que están muy por encima de esos valores materiales y tan poco importantes que te ha inculcado la sociedad actual. Evidentemente cada uno es libre de decidir, si quiere o no, vencer para siempre ese obstáculo que le impide ser feliz.

 
 
 

Relaciones Amor/Odio

 
 Muchos poetas antiguos pensaban que cuanto más se ama a una persona, más cerca se está de odiarla. Y es que en realidad, el amor puede convertirse en odio. La principal causa del fracaso del amor es el sentido pasional de la posesión, el amor suele estar rodeado de una dimensión posesiva. El verdadero amor no consiste en amar pasionalmente a otra persona y menos aún en considerarla un objeto de posesión. Nadie es de nadie, es algo que hay que tener muy claro. La posesión es entonces el principal motivo por el que se pasa rápidamente del amor al odio.

 Aunque no lo parezca, cuando mejor se está en una relación es cuando no dependes de tu pareja. Para que una relación funcione, cada uno debe bastarse a sí mismo, así la unión con la otra persona será más saludable y creativa. Hay muchas parejas que solo se forman por atracción física, por dinero o simplemente por no estar solos, generalmente estas personas solo buscan a alguien que apague su infelicidad, pero es un error, porque lo que no resuelvas por ti mismo puede que no lo haga ninguna relación. En estas parejas aparecerán pronto los celos, la posesión o la inseguridad.


  El verdadero amor consiste en llegar a comprender totalmente a tu pareja, comprender su mundo interior, reconocer sus emociones, sus problemas y experimentarlos en uno mismo. Es decir, desarrollar una empatía hacia esa persona y ponernos en su lugar, dejando el egoísmo a un lado. Es muy difícil que tu pareja te corresponda si solo piensas en ti. La pasión tampoco es un aspecto tan importante ni tan duradero en la pareja como puede ser el aspecto intelectual, el espiritual o el afectivo (complicidad).

 Para que una relación amorosa no fracase debe haber cierta armonía intelectual, es decir, compartir inquietudes. De lo contrario desaparecerá el diálogo y el silencio mutuo llevará al fracaso. La pareja también debe compartir experiencias espirituales, como la búsqueda del verdadero sentido de la vida. Solo conseguiremos afectividad y complicidad sintiéndonos comprendidos, notando que la otra persona nos entiende. Esta complicidad manifestará cariño, ternura y deseo sexual de una forma natural y alejada de todo sentimiento posesivo.

 Al lograr esta armonía en  pareja, expresaremos sin temor nuestros sentimientos, y de esta manera nos ayudaremos mutuamente en la resolución de problemas. También debemos respetar la intimidad de nuestra pareja permitiendo que viva momentos para que reflexione, medite, pasee, escuche música, quede con amigos o amigas, etc. Esos minutos con uno mismo son necesarios para el triunfo de una relación, ya que hacen que veas que nadie es perfecto, hacen que aceptes a tu pareja tal como es; juzgarla o intentar cambiarla es perder el tiempo. Aun así, si la relación llegara al punto de la separación, ten presente esta frase:


 

Alimentación Consciente


Como todos sabemos, tener un cuerpo y una mente sana se logra con una alimentación adecuada. Los alimentos son los materiales de construcción del cuerpo. Lo que comemos afecta a nuestros genes e influye en nuestra salud física y mental tanto que la mayoría de las enfermedades (un 70%) tienen su origen en una alimentación incorrecta. Generalmente todos  sabemos qué alimentos son buenos o malos para nosotros y los que nos hacen sentir bien o nos producen malestar.
“Lo que distingue al hombre inteligente de los animales es el modo de comer”
                                                          A.Brillat-Savarín


 Está claro que cada persona tiene unas necesidades nutricionales particulares, cada uno tenemos un metabolismo distinto, una herencia constitucional distinta, unos son vegetarianos y otros no, etc. Pero lo que sin duda todos tenemos en común es la necesidad de combinar los alimentos para que no se produzcan deficiencias proteínicas, es decir, aportar las vitaminas necesarias a nuestro organismo. Una alimentación sana es una alimentación variada, sin cometer excesos. Debe haber un equilibrio entre lo que se ingiere y la energía que requiere nuestro cuerpo.

 Se podría hacer un blog entero sobre el tema de la alimentación, ya que hay cientos de alimentos buenos y malos. Pero hay que resaltar que todo en exceso es malo. Lo principal es evitar las grasas saturadas e hidrogenadas, los edulcorantes químicos que sobre todo llevan los productos light (aspartamo) y los potenciadores de sabor (como el glutamato monosódico), estas tres clases de “veneno” se consumen a diario sin que la gente sea consciente de ello. Nuestro cuerpo está continuamente depurando y eliminando toxinas que no le hacen falta, pero al sentirse saturado aparecen dolencias, malestares y enfermedades físicas y mentales.


 Ningún medicamento puede hacer tanto por nuestra salud como los alimentos saludables de una dieta equilibrada. Muchos alimentos vegetales, por ejemplo, tienen medicamentos naturales capaces de frenar y eliminar toxinas, regular las funciones vitales, evitar el cáncer, etc. Alimentarse no es lo mismo que nutrirse, comer mucho no es comer bien. Lo que se come repercute en el estado mental, pero también el estado mental repercute en lo que se come. Merece la pena informarse bien sobre este tema, alimentarse de manera consciente y comprender que somos lo que comemos.
“El alma, por la dieta, puede hacerse mejor o peor”         Hipócrates


 

Maneja el Estrés


 El estrés siempre viene acompañado de agresividad. En la mayoría de los casos se genera porque no sabemos enfrentarnos a las distintas situaciones que se nos presentan. Un poco de estrés puede que no sea malo, pero si dura cierto tiempo, se convertirá en un estrés crónico que provocará una infinidad de enfermedades mentales y físicas, entre ellas la depresión. Saber controlarlo es esencial para todos nosotros y los que nos rodean.

 El estrés puede estar provocado por factores físicos, sociales o psicológicos. Los factores físicos como el ruido, las radiaciones o las personas, generalmente están bajo nuestro control, pero los factores psicológicos son más difíciles de controlar y mucho más dañinos para nuestra salud. El miedo, la ira, la frustración, la ansiedad o el odio, entre otros, solo hacen que bloquearnos mentalmente y que no pensemos con claridad, por lo tanto, también tendremos más posibilidades de equivocarnos en lo que hagamos.

“Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante”   Quino

 No es la situación en sí lo que nos produce el estrés, sino nuestra asimilación interior de esa situación. La importancia que le queramos dar a una situación es la que nos provoca ese sentimiento de amenaza y esa ansiedad crónica haciendo aparecer la adrenalina. La adrenalina aumenta la presión arterial, por eso es tan importante mantener nuestro sistema nervioso en un estado natural y equilibrado. Si no hay armonía en nuestro sistema nervioso, bajará nuestra capacidad para entender cualquier situación.
“Estrés: síndrome general de adaptación”        Hans Selye


 Siendo los dueños de como interpretamos nuestras experiencias diarias de la vida y no sobrevalorando lo que nos sucede o nos pueda suceder, el nivel de estrés en nuestro cuerpo será mínimo o nulo. Ejercicio físico y un buen descanso también son  muy favorables. El estrés no se puede eliminar, ya que es una respuesta  automática y natural de nuestro cuerpo, pero si podemos manejarlo para que no sea este el que controle nuestras vidas. Este control nos hará sentir mejor, ganaremos en salud mental y física.

“Si estás angustiado por algo externo, el malestar no es debido a la cosa misma, sino a tu valoración de ella, y eso es algo que puedes revocar en cualquier momento”     Emperador Marco Aurelio (Año 170 D.C.)
 
 

La Meditación


 La meditación es una forma de hallar la soledad y el silencio. No tiene nada de misterio, es solo una técnica psicológica que nos permite ser nosotros mismos llevándonos a un estado de paz natural y dejando fluir todos esos factores que están en nuestra mente y no nos permiten vivir el presente, el aquí y ahora. Mientras la practicamos, además de estabilizar nuestra tensión y reducir la presión sanguínea, consigue activar todas nuestras neuronas.
“Lo que determina nuestra experiencia en la mente, y la mente misma, pueden transformarse”                                         Mattieu Ricard

 
  Meditando nos recuperamos de la fatiga física y mental. Al controlar la respiración y entrar en este estado de relajación profunda, restablecemos el equilibrio de nuestro sistema nervioso y potenciamos nuestro cerebro dejándolo libre de toda ansiedad haciéndolo más receptivo a nuestras ideas y pensamientos. Cuanto más practiquemos la meditación, más se liberará nuestra mente de preocupaciones y pensamientos inútiles, por lo tanto, más libres seremos.
"Ser libre es estar disponible para responder a la llamada de la realidad interior”                Henry D. Thoreau

 
  Las personas que meditan viven menos estresadas y son menos agresivas. Esta técnica cambia nuestra conducta, cambia nuestros hábitos, nuestro carácter y nuestro comportamiento ante los problemas. Meditar nos ayuda a descubrir la quietud y la sabiduría oculta profundizando en nosotros mismos, haciendo que nos valoremos más y abriendo nuestra mente para limpiar toda la basura que la sociedad nos ha inculcado. Nos conduce a la verdad y a la paz interior.
“Sólo estamos solos cuando nos abandonamos a nosotros mismos” 
                                                                                  Ángela Becerra
 
 Los beneficios de la meditación son casi infinitos, por lo que no es una actividad cualquiera sino una necesidad. Se puede hacer en cualquier sitio, pero en la naturaleza resulta mucho más efectiva, ya que en los lugares solitarios hay pureza y la mente se serena con más facilidad. Siéntate, cierra los ojos, respira profundamente, deja la mente en blanco y siente tu interior; comprobarás el inmenso placer que produce ser dueño de ti mismo. La soledad abre la mente humana, disfruta de este momento mágico y alcanza la armonía y la paz interior.