Crecimiento Personal


 Para experimentar en nuestras vidas más momentos llenos de plenitud debemos poseer un nivel de conciencia superior al que tenemos y sólo lograremos llegar a este estado mental trabajando más en nosotros mismos. Este trabajo interior hará que tengamos una mente más abierta, tener una mente abierta es sinónimo de felicidad, y a partir de este nivel iremos alcanzando otros niveles superiores en los que nuestras virtudes o cualidades irán creciendo hasta llegar a un estado de liberación absoluta.


Trabajando en nosotros mismos rellenaremos ese abismo que hay desde cualquier estado insatisfactorio hasta cualquier estado deseado y tendremos acciones, pensamientos y sentimientos correctos. El crecimiento personal requiere conciencia, requiere cambiar hábitos, pero de manera natural (sin vernos forzados).


Los hábitos y rutinas que tenemos arraigados en nuestras mentes dificultan que veamos más allá de nuestros ojos. Siempre actuamos conforme a nuestra rutina, pero si una vez se cambia un hábito, la dirección de nuestra vida también cambia. Si no cambiamos de rutina no viviremos 365 días al año, sino que viviremos el mismo día 365 veces y así es imposible obtener un nivel de conciencia mayor. Tenemos el poder de elegir el camino que queramos de los muchos que se nos presentan en la vida.

“Trascender no consiste en una conquista exterior, sino en una transformación interna”                  Swami Nityabodhananda


 Trabajando en nosotros mismos sentiremos que algo cambia en nuestro interior, notaremos como empezamos a comprender determinados aspectos que antes no podíamos concebir siquiera. Al satisfacer nuestros valores internos, viviremos más el presente, surgirá una mayor estima hacia nosotros y hacia los demás, adquiriremos un mejor sentido de lo que es correcto, surgirán nuevos intereses al ser más creativos, viviremos lo más intensamente posible, nuestro entorno y nuestro mundo se volverán sagrados, nuestra mente será más abierta, y entre otros muchos beneficios, siempre tendremos la necesidad de ampliar este desarrollo interior, de ampliar esa paz interior.

 Nuestra tarea más urgente es deshacernos de los viejos tópicos y conectar con nuestra conciencia, integrarnos en este crecimiento interior. El único “inconveniente” de este crecimiento personal, (aparte de ser adictivo porque cada vez nos sentiremos mejor), es que una vez alcanzado un nivel de conciencia superior, sólo nos sentiremos a gusto con personas que estén al mismo nivel que nosotros y poco a poco iremos evitando a esas personas que sólo aportan negatividad con sus palabras. Y digo “inconveniente” porque las personas con un nivel de conciencia alto son muy pocas y es muy raro encontrarlas.

 Una persona autorrealizada no necesita la aprobación de los demás y está más allá de las críticas y los halagos; es alguien que no se siente superior ni inferior a nadie y no se deja influenciar negativamente por ninguna situación, circunstancia, suceso o relación. Es alguien que no olvida que es real y que es ilusorio. Recuerda: Tú eres real, pero quien crees ser es ilusión. La conciencia requiere práctica y paciencia, y conforme profundices en el proceso, notarás más tranquilidad, alegría y equilibrio en tu vida. Son señales de que estás conectando con tu ser verdadero.

“Cualquier estado mental, ya sea de felicidad o sufrimiento tiende por naturaleza a incrementarse si uno se acostumbra a experimentarlo”
         Yigme Tempe Ñima



El Sentido de la Vida

 El secreto de la vida es que no tiene ningún secreto. La vida está echa para vivirla, no para entenderla. Encontraremos sentido a la vida cambiando nuestra actitud hacia ella, cambiando nuestra conducta negativa y aprendiendo a comunicarnos con nosotros mismos y con los demás.   Como decía Nietzsche, no se trata de buscar el sentido de las cosas, sino de introducir nosotros mismos el sentido en ellas. Somos nosotros los que debemos darle sentido a la vida porque ella en sí no tiene ninguno. Tú decides si la vida es complicada y cada vez se puede complicar más, o si es simple y cada vez se puede simplificar más.

“Se trata de vivir la experiencia pura en la vida corriente, en cualquier lugar que estemos”    Louis Pauwels


 La vida no es justa, y debemos aceptarlo, pero tampoco es injusta. Es como tú quieras verla. Siempre pensamos de forma dual: Blanco/negro, bueno/malo, correcto/incorrecto, cielo/infierno… etc. La paz llega cuando eliminamos de nuestra mente todas esas ilusiones de dualidad. Hay que tener claro que principalmente estamos aquí para aprender y disfrutar lo máximo posible de esta experiencia, para desarrollarnos como seres humanos y debemos aceptar los “reveses” de la vida como algo natural sin resentirnos. En definitiva, daremos sentido a la vida evolucionando en valores y aceptándola tal como es.

“La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo”    Eckhart Tolle


 Inevitablemente, todos los caminos tarde o temprano conducen al mismo destino: la muerte. Lo que hagas en el trayecto depende de ti… y hay tantas cosas por hacer… y tan poco tiempo. Todos queremos sentirnos felices, y cada uno debe elegir lo que le hará o no feliz para poder darle sentido a su vida, pero hay que tener cuidado con los valores en que nos basamos para sentir felicidad. Los fanatismos o extremismos, por ejemplo, no le darán sentido ni tampoco una felicidad duradera a tu vida, pero si lo hará el equilibrio. La verdadera esencia de la vida se encuentra en el equilibrio.
“La mayoría de las personas no viven, simplemente existen”
                                                                           Oscar Wilde


 Debemos recordar a diario que no duraremos para siempre, la vida es esto, aquí y ahora. El presente es todo lo que tenemos y realmente puede ser mucho. Si permaneces inactivo/a  te perderás las experiencias más maravillosas de la vida. Las excusas sólo valen para huir de la realidad y evitar enfrentarte a las situaciones. Si quieres darle sentido tu vida no la malgastes; toma acción y actívate, porque si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás lo mismo. Y no te tortures porque hay preguntas que simplemente no tienen respuesta. Recuerda: el sentido de la vida es vivirla.

 

Crea tu Realidad


 Nuestra realidad es que cada uno de nosotros percibimos, entendemos y actuamos de manera diferente en la vida. Cada uno poseemos nuestra propia realidad del mundo y de nosotros mismos. Estamos construidos a base de creencias, y esas creencias son las que influyen de manera decisiva en nuestra realidad y en nuestra conducta, por lo tanto, son las culpables de que consigamos o no nuestros objetivos. Básicamente nuestra realidad está formada por nuestras creencias.


 Sin duda, las creencias son los principios que hacen que actuemos de una manera o de otra, dan sentido a nuestra vida, nos dicen lo que está bien y lo que está mal, lo que podemos o no podemos hacer, quiénes somos o quiénes no somos, etc. Pero la mayoría de veces, estas  creencias no corresponden con la realidad, y lo que es peor, pudren nuestras mentes y nos limitan. Hay que tener claro que una cosa es lo que creemos que es y otra muy distinta lo que realmente es.

 
 Nuestras creencias, y por lo tanto nuestra realidad, se van formando a partir de la educación que tengamos, pero también de imitar lo que nos llama la atención o de las experiencias de nuestra vida. Estos factores hacen que actuemos de forma automática limitando nuestras posibilidades de respuesta y generando más creencias limitantes todavía. Y es que cuando creemos algo, sea cierto o no, puede que actuemos de manera acorde a esa creencia, sea cierta o no también. Entonces las creencias se convierten en algo muy poderoso, ya que pueden manejar tu vida.


 Las creencias positivas y realistas crean resultados positivos, crean personas con buena autoestima y con aptitudes para disfrutar de la vida. Las creencias negativas y limitantes crean resultados negativos, miedo, pesimismo, apatía, incompetencia, culpa, etc, e impiden disfrutar de la vida. Podemos cambiar nuestras creencias, podemos elegir creencias positivas y adaptarlas a nuestra vida. Nos sentiremos bien siendo más realistas. Para cultivar nuestra felicidad es mejor establecer objetivos ligados a nuestra realidad. Evitar objetivos demasiado ambiciosos nos evitará también grandes frustraciones y estrés.

 
 




Ayudar a los Demás


Otra manera eficaz de amargarse la vida es intentar complacer a todo el mundo. Intentar que todo el mundo te admire, te respete y te quiera hará que te sientas mal y con un estrés continuo porque es imposible. Mucha gente gasta su tiempo y energía intentando complacer a los demás para sentirse valorados, respetados, aceptados o queridos; pero no saben que la mejor forma de que te respeten y admiren es ser verdadero y sincero, ser auténtico. Eres tú quien debes valorarte y complacerte, de esta manera encontrarás gente sincera y afín a ti. Hay que tener muy en cuenta que para ayudar a otros primero nos debemos ayudar a nosotros mismos.

“No puedo decirle la fórmula del éxito, pero sí que puedo darle la del fracaso, que es la siguiente: intente complacer a todo el mundo”
                                                                       H.B. Swope

 A no ser que sea un caso extremo, no deberíamos ayudar a quien no nos lo pida. Aunque tu lo hagas con la mejor intención, por norma general, si intentas ayudar a alguien que no te lo ha pedido, perderás tiempo, energía, paciencia… y posiblemente hasta la amistad y la relación con esa persona. Si alguien no quiere ser aconsejado ni ayudado debemos aceptarlo y asumirlo. Es una tentación muy fuerte ver como alguien se amarga la vida y que por su orgullo no le pida consejo a nadie, pero ayudarle sin su consentimiento aun puede ser peor.
“No trates de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino”
                                                                      William Shakespeare


 Cuando una persona nos pida consejo o ayuda debemos ser sinceros con nosotros mismos y con el otro sin intentar imponer nuestros criterios y respetando la personalidad de esa persona, no juzgándola. De esta manera te sentirás bien ayudando u aun mejor el que es ayudado. Muchas de las personas que ayudes sin su permiso pueden pensar que somos más listos y hábiles que ellos, y que por eso estamos en situación de ayudar, o pueden pensar que están cometiendo errores en su vida u que no están capacitados para solucionar. Así pues:

“Siéntete feliz ayudando, pero más aun cuando te lo pidan”
                                                                                                 

 Nunca debemos atacar la autoconfianza de la persona que ayudemos, sino que hay que apoyarla en todo lo posible. Hay que tratarla con un espíritu de dignidad mutua. Cuando las relaciones humanas tienen dignidad, las gozamos más, y cuando manifestamos dignidad también nos gustamos más a nosotros mismos. De este modo, al ayudar a alguien necesitado, acabaremos elevando la autoestima de esa persona y de paso la nuestra. La clave entonces es la dignidad. Todos necesitamos alguna vez consejo de la experiencia y de la sabiduría, ofrecerla mutuamente es lo que nos hace humanos.
“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”
                                                                                                       José Martí
 

Las Drogas

 
 Las drogas son sustancias o compuestos químicos que alteran la forma en que trabaja nuestro cuerpo. Como todos sabemos hay drogas legales como los medicamentos que, con un uso adecuado, pueden curar, retrasar o prevenir enfermedades haciendo que llevemos una vida más saludable. Pero también están las drogas ilegales y nocivas que las suelen consumir las personas  infelices o aburridas para “sentirse bien”, “divertirse”, huir de la realidad dejando de ser ellos mismos, enfrentarse a la vida o al estrés, etc. Pero muchos no son conscientes de que estas drogas pueden llegar a arruinar completamente todos los aspectos de sus vidas, incluyendo su salud física y mental.


 Los efectos de las drogas pueden variar según la clase de droga, la cantidad que se consuma, con cuánta frecuencia se tomen, etc. Una vez dentro de nuestro organismo, el torrente sanguíneo se encarga de transportarla a otras partes del cuerpo. Lo peor de esto es cuando la droga llega al cerebro, ya que puede causar daños irreversibles aunque solo se tome una sola vez. Allí drogas alteran nuestra capacidad para tomar decisiones y elegir cosas saludables entorpeciendo nuestros sentidos y sumergiéndonos en una falsa realidad. Puede que al principio provoquen cierta “euforia”, pero pasados sus efectos producirán una profunda tristeza, malestar y disconformidad con nosotros mismos.

“Para ser feliz hace falta, sobre todo, estar conforme con uno mismo”
                                                                                                   Pacoyo


 Muchas personas encuentran razones absurdas para empezar a consumir drogas, creen por ejemplo que les ayudarán a pensar mejor, a ser más populares, creen que serán más activos, otros solo lo hacen por integrarse en el grupo de amigos, otros simplemente por curiosidad, etc. Pero la gran mayoría las toma porque creen que les ayudarán a escapar de sus problemas o sentimientos. La verdad es que las drogas no solucionan los problemas, sino que simplemente los ocultan, y cuando desaparecen sus efectos, esos problemas o sentimientos empeoran y hacen que te sientas peor de lo que estabas.

 Hay que tener claro que no se puede ser feliz si dejamos que las drogas entren en nuestras vidas; para ello es fundamental evitar primero las llamadas “drogas blandas”, porque su consumo frecuente a menudo sirve de puerta de entrada a consumir drogas más fuertes. Nuestro cuerpo cada vez necesitará una droga más fuerte para sentir el mismo tipo de experiencia estimulante que tuvo al principio, y al final nuestro cerebro se hace dependiente de ella. Ya llegados a este estado de adicción, será la droga quien mande y maneje tu vida y no tú, lo que hace muy difícil que dejes de consumir.


 Alcohol, cocaína, crack, hachís, anfetaminas, éxtasis, heroína, GHB, ketamina, LSD, marihuana, metanfetamina, nicotina, inhalantes, rohipnol… Todas estas drogas nocivas o cualquier otra son sinónimos de náuseas, temblores, sudoración, ansiedad, depresión, alucinaciones, fiebre, convulsiones, tos, dolor de cabeza, insomnio, visión borrosa, paranoia, confusión, escalofríos, mareos, psicosis, comportamiento agresivo, inquietud, mal humor, tendencias suicidas… etc. Por no hablar de otras decenas de enfermedades que provocan, la más común el cáncer. Su consumo no te aporta ningún beneficio, evitarlas para SER FELIZ SÓLO DEPENDE DE TI.