La Meditación


 La meditación es una forma de hallar la soledad y el silencio. No tiene nada de misterio, es solo una técnica psicológica que nos permite ser nosotros mismos llevándonos a un estado de paz natural y dejando fluir todos esos factores que están en nuestra mente y no nos permiten vivir el presente, el aquí y ahora. Mientras la practicamos, además de estabilizar nuestra tensión y reducir la presión sanguínea, consigue activar todas nuestras neuronas.
“Lo que determina nuestra experiencia en la mente, y la mente misma, pueden transformarse”                                         Mattieu Ricard

 
  Meditando nos recuperamos de la fatiga física y mental. Al controlar la respiración y entrar en este estado de relajación profunda, restablecemos el equilibrio de nuestro sistema nervioso y potenciamos nuestro cerebro dejándolo libre de toda ansiedad haciéndolo más receptivo a nuestras ideas y pensamientos. Cuanto más practiquemos la meditación, más se liberará nuestra mente de preocupaciones y pensamientos inútiles, por lo tanto, más libres seremos.
"Ser libre es estar disponible para responder a la llamada de la realidad interior”                Henry D. Thoreau

 
  Las personas que meditan viven menos estresadas y son menos agresivas. Esta técnica cambia nuestra conducta, cambia nuestros hábitos, nuestro carácter y nuestro comportamiento ante los problemas. Meditar nos ayuda a descubrir la quietud y la sabiduría oculta profundizando en nosotros mismos, haciendo que nos valoremos más y abriendo nuestra mente para limpiar toda la basura que la sociedad nos ha inculcado. Nos conduce a la verdad y a la paz interior.
“Sólo estamos solos cuando nos abandonamos a nosotros mismos” 
                                                                                  Ángela Becerra
 
 Los beneficios de la meditación son casi infinitos, por lo que no es una actividad cualquiera sino una necesidad. Se puede hacer en cualquier sitio, pero en la naturaleza resulta mucho más efectiva, ya que en los lugares solitarios hay pureza y la mente se serena con más facilidad. Siéntate, cierra los ojos, respira profundamente, deja la mente en blanco y siente tu interior; comprobarás el inmenso placer que produce ser dueño de ti mismo. La soledad abre la mente humana, disfruta de este momento mágico y alcanza la armonía y la paz interior.
 
 

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