Como
todos sabemos, tener un cuerpo y una mente sana se logra con una alimentación
adecuada. Los alimentos son los materiales de construcción del cuerpo. Lo que
comemos afecta a nuestros genes e influye en nuestra salud física y mental
tanto que la mayoría de las enfermedades (un 70%) tienen su origen en una
alimentación incorrecta. Generalmente todos
sabemos qué alimentos son buenos o malos para nosotros y los que nos
hacen sentir bien o nos producen malestar.
“Lo que distingue
al hombre inteligente de los animales es el modo de comer”A.Brillat-Savarín
Está claro que cada persona tiene unas
necesidades nutricionales particulares, cada uno tenemos un metabolismo
distinto, una herencia constitucional distinta, unos son vegetarianos y otros
no, etc. Pero lo que sin duda todos tenemos en común es la necesidad de
combinar los alimentos para que no se produzcan deficiencias proteínicas, es
decir, aportar las vitaminas necesarias a nuestro organismo. Una alimentación
sana es una alimentación variada, sin cometer excesos. Debe haber un equilibrio
entre lo que se ingiere y la energía que requiere nuestro cuerpo.
Se podría hacer un blog entero sobre el tema de la alimentación, ya que hay cientos de alimentos buenos y malos. Pero hay que resaltar que todo en exceso es malo. Lo principal es evitar las grasas saturadas e hidrogenadas, los edulcorantes químicos que sobre todo llevan los productos light (aspartamo) y los potenciadores de sabor (como el glutamato monosódico), estas tres clases de “veneno” se consumen a diario sin que la gente sea consciente de ello. Nuestro cuerpo está continuamente depurando y eliminando toxinas que no le hacen falta, pero al sentirse saturado aparecen dolencias, malestares y enfermedades físicas y mentales.
Ningún medicamento puede hacer tanto por
nuestra salud como los alimentos saludables de una dieta equilibrada. Muchos
alimentos vegetales, por ejemplo, tienen medicamentos naturales capaces de
frenar y eliminar toxinas, regular las funciones vitales, evitar el cáncer,
etc. Alimentarse no es lo mismo que nutrirse, comer mucho no es comer bien. Lo
que se come repercute en el estado mental, pero también el estado mental
repercute en lo que se come. Merece la pena informarse bien sobre este tema,
alimentarse de manera consciente y comprender que somos lo que comemos.
“El alma, por la
dieta, puede hacerse mejor o peor” Hipócrates
super interesante, la alimentación es muy importante y los colores en la comida también.
ResponderEliminarrobé una foto.
gracias, namasté
Gracias. lo presto para publicarlo. Bendiciones, maravilloso articulo.
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