El sexo sigue siendo hoy en día el tema tabú por excelencia. Por norma general, la gente sigue siendo tímida cuando se trata de hablar de sexo. Pero el hecho de que no hablemos sobre él, por ejemplo, puede hacernos más propensos a contagiar una enfermedad venérea, de embarazarnos por accidente, o incluso estar mal informados sobre los múltiples beneficios que tiene para nuestro bienestar. La naturaleza nos dio el sexo para disfrutar del ser que amamos a plenitud y para seguir existiendo como raza humana; pero también nos dio verdaderos beneficios para nuestra salud, por lo que hay que dejar a un lado los prejuicios y reconocer que somos seres sexuales y que esta práctica nos hace vivir una vida más plena en todo sentido.
Tener relaciones
sexuales puede ser la forma más placentera de mantenerte en forma, ya que el
acto sexual quema muchas calorías. Además tiene beneficios para tu corazón,
modifica de manera positiva la química de tu organismo y fortalece el sistema
inmunológico aumentando las defensas contra las enfermedades. Hacer el amor
reduce los niveles de estrés, el dolor de cabeza, el mal humor y ayuda a dormir
mejor; es la mejor terapia para relajarte y darte la inyección de energía que
necesitas. Si eres hombre, eyacular frecuentemente reduce tus riesgos de sufrir
cáncer de próstata. Y si eres mujer, el sexo puede ayudarte a regular tu ciclo
menstrual y fortalecer tus músculos pélvicos. Además, en ambos casos ayuda a
mejorar el estado de ánimo.
Muchos estudios han
demostrado que el sexo libera hormonas que hacen que dejes a un lado tus
preocupaciones. Se demostró que las personas con una vida sexual activa tienen
mayor calidad de vida, ya que son más felices y funcionan mejor en otros
aspectos de la vida cotidiana.
El sexo, como el
hambre y la sed, son necesidades orgánicas; el problema es que en la actualidad
se ha convertido en una obsesión compulsiva y no debería ser así, debería ser
necesariamente placentero y no una obsesión, y ser ejercido con naturalidad,
responsabilidad y amor. Y es que, como todos y todas sabemos, no es lo mismo
tener sexo que hacer el amor; éste último resulta mucho más placentero porque
en él participa nuestro corazón.
No hay edad ni prisa
para hacer el amor por primera vez, ni tampoco edad para dejar de hacerlo. La
madurez sexual es posible cuando nuestra personalidad tiene una identidad
firme, porque el sexo es un acto de entrega de una persona a otra, y si no hay
identidad no puede haber entrega.
Los seres humanos no
pueden ser considerados descartables y utilizados para relaciones sexuales
ocasionales, no sólo por los peligros que acarrean sino porque se pierden la
esencia de una relación sexual, ya que es mucho más placentera cuando es
divertida, compartida y por amor; y también cuando se hacen cargo y se
comprometen ambos con los resultados. En definitiva, el sexo es una
consecuencia del amor, la forma más íntima de expresarlo. Es un medio natural
para experimentar la fusión absoluta y definitiva de dos almas que se aman.
Disfrutemos de él hasta que el cuerpo aguante.
Me gustaría saber que piensas del tantra o magia sexual, donde uno llega al orgasmo pero conteniendo la eyaculación, me gustaría saber tu opinión, si es que sabes al respecto... eso estimad@.
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