Los efectos de las drogas pueden variar según la clase de droga, la cantidad que se consuma, con cuánta frecuencia se tomen, etc. Una vez dentro de nuestro organismo, el torrente sanguíneo se encarga de transportarla a otras partes del cuerpo. Lo peor de esto es cuando la droga llega al cerebro, ya que puede causar daños irreversibles aunque solo se tome una sola vez. Allí drogas alteran nuestra capacidad para tomar decisiones y elegir cosas saludables entorpeciendo nuestros sentidos y sumergiéndonos en una falsa realidad. Puede que al principio provoquen cierta “euforia”, pero pasados sus efectos producirán una profunda tristeza, malestar y disconformidad con nosotros mismos.
“Para ser feliz hace falta, sobre todo, estar conforme con uno mismo”
Pacoyo
Muchas personas encuentran razones absurdas para empezar a consumir drogas, creen por ejemplo que les ayudarán a pensar mejor, a ser más populares, creen que serán más activos, otros solo lo hacen por integrarse en el grupo de amigos, otros simplemente por curiosidad, etc. Pero la gran mayoría las toma porque creen que les ayudarán a escapar de sus problemas o sentimientos. La verdad es que las drogas no solucionan los problemas, sino que simplemente los ocultan, y cuando desaparecen sus efectos, esos problemas o sentimientos empeoran y hacen que te sientas peor de lo que estabas.
Hay que tener claro que no se puede ser feliz si dejamos que las drogas entren en nuestras vidas; para ello es fundamental evitar primero las llamadas “drogas blandas”, porque su consumo frecuente a menudo sirve de puerta de entrada a consumir drogas más fuertes. Nuestro cuerpo cada vez necesitará una droga más fuerte para sentir el mismo tipo de experiencia estimulante que tuvo al principio, y al final nuestro cerebro se hace dependiente de ella. Ya llegados a este estado de adicción, será la droga quien mande y maneje tu vida y no tú, lo que hace muy difícil que dejes de consumir.
Alcohol, cocaína, crack, hachís, anfetaminas, éxtasis, heroína, GHB, ketamina, LSD, marihuana, metanfetamina, nicotina, inhalantes, rohipnol… Todas estas drogas nocivas o cualquier otra son sinónimos de náuseas, temblores, sudoración, ansiedad, depresión, alucinaciones, fiebre, convulsiones, tos, dolor de cabeza, insomnio, visión borrosa, paranoia, confusión, escalofríos, mareos, psicosis, comportamiento agresivo, inquietud, mal humor, tendencias suicidas… etc. Por no hablar de otras decenas de enfermedades que provocan, la más común el cáncer. Su consumo no te aporta ningún beneficio, evitarlas para SER FELIZ SÓLO DEPENDE DE TI.
De hecho, las drogas deberían ser suministradas de manera gratuita en los hospitales a aquellas personas que se han vuelto adictas. De la misma manera que se suministra insulina a los diabéticos o se practica un filtrado de la sangre a las personas con deficiencias en el funcionamiento de los riñones.
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